XVIII Ciclo de Cine

Ópera prima de la directora mexicana Fernanda Valadez, es un sobrecogedor thriller social que transita por algunos de los más insólitos parajes del México actual en una pieza que aborda, con crudeza y un silencio que es casi una banda sonora, el dolor y la violencia en el camino de las personas inmigrantes en el cruce hacia Estados Unidos. Magdalena (Mercedes Hernández) realiza un viaje complicado buscando a su hijo (Juan Jesús Varela), desaparecido en el intento de cruzar a Estados Unidos. En el camino conoce a Miguel (David Illescas), recién deportado que viaja a reencontrarse con su madre a un pueblo fantasma dominado por el narco. Testimonios de madres y familias de desaparecidos recopilados por periodistas mexicanos sirvieron como eje para el guion. Valadez ha dedicado el film a todas las familias de desaparecidos en México a consecuencia de la migración.

Alma (Maren Eggert) es una científica que trabaja en el Museo Pérgamo de Berlín. Con el fin de obtener fondos para su investigación, acepta participar en un estudio fuera de lo común. Durante tres semanas vivirá con un robot humanoide programado para encajar con su personalidad y necesidades. Así es como Alma conoce a Tom (Dan Stevens), una máquina altamente desarrollada que ha sido única y exclusivamente creada para hacerla feliz. Realizada con mucho humor, la historia que parecería pura ciencia ficción se convierte en una comedia romántica-filosófica. “Pronto en los ensayos la aguda réplica en los diálogos y el disfrute de los actores en la actuación me recordaron las películas con Katherine Hepburn, James Stewart y Cary Grant”, apunta Maria Schrader. La comedia romántica al estilo de las clásicas de Hollywood es así una inspiración para Ich bin dein Mensch. También para su cámara clásica, que se desliza en amplios movimientos. Y que el film aprovecha para el sutil toque de ironía.

Un drama reflexivo y conmovedor con notas de thriller que ahonda en la pena de muerte en Irán. Los directores iraníes Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha firman una historia narrada sobre profundos problemas emocionales y dilemas éticos en una intrincada historia sobre la inocencia, la culpa, la redención y el perdón. Moghaddam interpreta a Mina, una mujer cuyo esposo, Babak, fue condenado a muerte por asesinato y ejecutado un año antes del inicio de la historia. Mina trabaja en una fábrica de envasado de leche y se ocupa de su hija de siete años, Bita, una niña sorda pero enérgica y muy inteligente. Un día, Mina y el hermano de Babak son convocados en el juzgado para informarles de que ha habido un error: el verdadero asesino ha reconocido el crimen, por lo que la ejecución de Babak fue injusta, y serán “compensados por el valor de un hombre adulto”. Ambos están conmocionados, pero cuando Mina vuelve en sí, decide que el dinero no es suficiente, publicando un anuncio en el periódico para pedir una disculpa pública y borrar la mancha del nombre de su esposo.

Alegría es la ópera prima de Violeta Salama, una comedia optimista con toques de realismo mágico y narrada con una atmósfera envolvente y poética belleza en un retrato de Melilla como nunca había sido mostrada, diferente y luminosa. “Todo un viaje emocional en el que me gustaría compartir la Melilla que yo veo, la que llevo dentro”, cuenta la directora de la ciudad en la que pasó su niñez. Con una mirada inocente y llena de colores, Alegría aborda las particularidades de una ciudad caracterizada por las mezclas culturales y religiosas desde una exótica boda judía. Una comedia vital que presenta a unos personajes capaces de crear puentes y resolver conflictos por encima de las diferencias. Una película sobre la herencia judía de la ciudad que intenta reflejar los motivos para vivir la vida y la memoria histórica con, justo eso, alegría, a través de la experiencia de sus cuatro protagonistas.